Perfectas para decorar platos, adornar tartas o preparar coulis, compotas, mermeladas, jaleas de frutas o batidos.
Procedentes de una rigurosa selección de materias primas, se recolectan en su punto de madurez y se procesan con especial cuidado para preservar todas sus cualidades originales: calibrado preciso y constante, contenido de agua limitado y color perfecto.